El Toro de Barro

El Toro de Barro

sábado, 29 de abril de 2017

«El árbol», de Juan Pablo Roa


Juan Pablo Roa
(Colombia, 1967)
El árbol
                                                             



no llamo a los muertos por su nombre
pero uno a uno los voy poniendo
en el árbol del difunto:

hacia adentro crece,
el sol dora sus raíces
y sus frutos son un limbo fértil
de añejas palabras.

–!Bajad del árbol que la cena está servida¡
dice mi madre entre suspiros,
limpiando, reparando
y encalando muros de un espacio que ya es de nadie.

Yo prefiero descender por ramas de papel
y de vez en cuando subir hasta la raíz;

traigo viejas y trabajadas palabras en la noche
para morder el duro fruto, el duro pan del llanto.


Luego fuiste Noche
y mi cuerpo letra para el canto.


De su libro
Existe algún lugar en donde nadie
Lleonard Muntaner Editor, 2010


Otros poemas de Juan Pablo Roa




Grandes Obras de 
EToro de Barro
Carlos Morales, "Coexistencia (Antología de poesía israelí –árabe y hebrea– contemporánea”, Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Carlos Morales, "Coexistencia (Antología de poesía israelí –árabe y hebrea– contemporánea”
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Tarancón de Cuenca, 2002.
PVP 10 euros.
Carlos Morales, "Coexistencia (Antología de poesía israelí –árabe y hebrea– contemporánea”, Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.







































«Marilyn», de Juan Calero Rodríguez

Poema Marilyn, de Juan Calero Rodriguez; Fotografía de Marilyn Monroe. Lib. de Referencia: Coexistencia, de Carlos Morales, Ed. El toro de Barro.

Juan Calero Rodríguez
(Cuba, 1952)
Marilyn
                                                             



Yo, Thomas Noguchi, médico forense
cotizado por gladiadores del Universo
ante este semidiós de la mitología contemporánea
desnuda sobre una mesa fría común a todos los muertos
declaro:
Norma Jean Baker. Treinta y seis años
ciento diecisiete libras
con estómago limpio de barbitúricos
y útero tamaño natural sin temores
amado desde los nueve años
por un padrastro innoble
hasta el presidente más poderoso
por supuesto nombrado y respetable John F. Kennedy
precipitada a la confianza
burlando vértigos y lluvias
ingenua, cosmetómana, narcisista
torpe frente a la soledad
indisciplinada y maravillosa
perdida en alguna grieta bastarda
ebria de autógrafos y tranquilizantes
con casi kilogramo y medio de cerebro
pulmón derecho pesando cuatrocientos sesenta y cinco gramos
y corazón deseado por millones de hombres
tuvo de todo, menos la vida.
Ella que soñó reinar desnuda
entre aplausos en alguna iglesia
hoy soy su público
y la poseo sin fotógrafos.

Declaro:
Caso forense No. 81128
fue asesinada
por sus fieles admiradores.

Apaguen reflectores. Ha muerto la reina.




 Grandes Obras de 
EToro de Barro
Carlos Morales, "Coexistencia (Antología de poesía israelí –árabe y hebrea– contemporánea”, Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Carlos Morales, "Coexistencia (Antología de poesía israelí –árabe y hebrea– contemporánea”
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Tarancón de Cuenca, 2002.
PVP 10 euros.
Carlos Morales, "Coexistencia (Antología de poesía israelí –árabe y hebrea– contemporánea”, Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.





































martes, 11 de abril de 2017

«Testimonio de un soldado desertor», de Juan Calero Rodríguez



Juan Calero Rodríguez
(Cuba, 1952)
Testimonio de un soldado desertor
                                                             
A los estigmatizados y humillados de por vida, en las UMAP





Un día me negué a que el fuego ardiera por el resto de mi vida.
Y fui olvidado, como se olvida tarde o temprano a los héroes.
No es posible latir, como otro madero cualquiera, sin ritmo
o mejor digo, con el mismo ritmo de otro madero cualquiera.
Primero amanecemos en el brocal para luego tallar los tuétanos
donde los pinos inventan su mito entre tanto ruido.
Una razón se sienta tras el eterno cadalso
donde nadie pregunta, ni se explica.
Las razones no mueren en los cementerios,
reclaman
la techumbre por donde escapar del silencio.
He dormido en barracones, en el suelo,
entre tantos otros
apilados en hogueras, cuerpo con cuerpo, por frío.
Y nos saltamos la penitencia
en aquellos campos olvidados por los sueños.
No por ello fuimos héroes, ni mártires,
cada adversidad reta un nuevo milagro.
Solo inocentes.
Y ofrendamos nombres a náufragos cotidianos
y aceptamos como fósiles las derrotas
entre amigos que se ocultan y se privan
y alguna vez recuerdan
el regreso a donde nada queda por hacer.




Grandes Obras de

 EToro de Barro
Federico Gallego Ripoll, "Mal de piedra", Col Cuadernos del Mediterráneo, Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2005. Carlos Morales, edicioneseltorodebarro@yahoo.es, Luis Vicente de Aguinaga

Federico Gallego Ripoll, "Mal de piedra"
Col Cuadernos del mediterráneo
Ed. El Toro de Barro,
Tarancón de Cuenca 2005


Federico Gallego Ripoll, "Mal de piedra", Col Cuadernos del Mediterráneo, Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2005. Carlos Morales, edicioneseltorodebarro@yahoo.es, Luis Vicente de Aguinaga








































martes, 4 de abril de 2017

POESÍA DEL HOLOCAUSTO: «Babi Yar», de Yevgueni Yevtushenko

Poema Babi Yar, de  Yevgueni Yevtushenko (Rusia, 1932– 2017), en versión de Heberto Padilla, y Guantes de Piel Humana, de Carlos Morales y Julio Clemente Lourtau; Libro de Referencia: Carlos Morales, "Coexistencia (Antología de poesía israelí –árabe y hebrea– contemporánea”, Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Un momento de la representación de Guantes de Piel Humana (1977), acaecida en 2011. En la fotografía aparecen sus dos autores, Carlos Morales (izquierda) y Julio Clemente Lourtau. La obra es la primera obra de teatro referida al Holocausto en el ámbito de las letras españolas y latinoamericanas. (Fotografía de Irene Zamorano Cruz)

Yevgueni Yevtushenko
(Rusia, 1932– 2017)
Babi Yar
Versión de Heberto Padilla



No existe monumento en Babi Yar*,
sólo la agria ladera. Y tengo miedo.
Hoy me siento un judío en el desierto
que de Egipto escapó. Me crucifican
y mis manos conservan los estigmas.
Me parece ser Dreyfus, condenado,
al que juzgan, escupen, encarcelan;
pero de pie resiste la calumnia
y el grito filisteo. Con la punta
de sus sombrillas en mi rostro vejan
mi indefensión mujeres que se acercan
con vestidos de encaje de Bruselas.

O también soy un niño en Bielostok.
De pronto estalla el pogromo.
La sangre derramada cubre el suelo.
Los que huelen a vodka y a cebolla
salen de la taberna y gritan todos:

“Mata judíos: salvarás a Rusia”.
Un tendero se ensaña con mi madre.
Otro hombre me patea. En vano rezo
plegarias que se pierden en la nada.

Me siento dentro
de la piel de Anna Frank que es transparente
como un ramo de abril.
No hacen falta palabras. Siento amor
y sólo necesito que uno a otra
nos miremos de frente.
Separados del cielo y el follaje.

Solamente podemos abrazarnos
en este cuarto a oscuras.
Quiero besarte una vez más, acércate.
Ya vienen. Nada temas: el rumor
es de la primavera que se anuncia
y del témpano roto en el deshielo.

Y en torno a Babi Yar suena la hierba
que ha crecido salvaje desde entonces.
Los árboles nos juzgan. Todo grita
pero el grito está hecho de silencio.
Al descubrirme observo mi cabello.
También ha encanecido. También grito
por los miles de muertos inocentes
masacrados aquí. En cada anciano
y en cada niño al que mataron muero.

Pueblo ruso, mi pueblo: te conozco.
Tú no odias ni razas ni naciones.
Manos viles trataron de infamarte
al usurpar tu nombre y al llamarse
Unión del Pueblo Ruso**  No perdono.
Que La Internacional llene los aires
cuando el último
antisemita yazga bajo la tierra.
No soy judío. Como si lo fuera,
me odian todos aquéllos.
Por su odio
soy y seré un verdadero ruso.          



***

       Babi Yar o Baby Yar es un barranco en las proximidades de Kiev. En dos días de septiembre de 1941 más de treinta y cinco mil judíos fueron asesinados allí por las tropas nazis.
Publicado por primera vez en 1961, este poema le valió la presión al poeta. En esta versión de 1997, tomada del libro Adiós bandera roja (Selección de poesía y prosa de 1953 a 1996), se tomaron en cuenta los cambios introducidos por el propio Yevtushenko de la traducción inglesa de Robert Milner.
Al evocar La Unión del Pueblo Ruso, el poeta recuerda el grupo antisemita que actuó en Rusia entre el asesinato del zar Alejandro II y el comienzo de la primera Guerra Mundial. Sus miembros organizaron pogromos -linchamientos de judíos rusos y destrucción y robo de sus propiedades- e, infiltrados en la policía secreta zarista, fabricaron los apócrifos Protocolos de los sabios de Sión.


Otros poemas de Yevgueni Yevtushenko

Grandes Obras de 
EToro de Barro
Carlos Morales, "Coexistencia (Antología de poesía israelí –árabe y hebrea– contemporánea”, Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Carlos Morales, "Coexistencia (Antología de poesía israelí –árabe y hebrea– contemporánea”
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Tarancón de Cuenca, 2002.
PVP 10 euros.
Carlos Morales, "Coexistencia (Antología de poesía israelí –árabe y hebrea– contemporánea”, Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.